Los seguidores más antiguos de este antro recordarán que hemos abordado desde el comienzo los detalles en torno a las adaptaciones a la pantalla grande de Twilight. Una situación que generalmente es cuestionada por un montón de lectores, los mismos que olvidan que, como bien dice el dicho, de todo hay en la viña del señor. También recordarán que aquí hemos aplicado inclusive con las reseñas de la franquicia, siempre con un norte: hay que cuestionar un insulto a los chupasangres tan exitoso y, por otro lado, alguien debe pensar en aquellos macabeos que deben ir al cine con una soga al cuello. Yo pienso en ustedes compadres, me he sacrificado, merezco un altar.
Pero todo tiene un límite y sólo soporte hasta la aletargada e hinchapelotas tercera entrega. La primera parte de su final aún no lo he visto y dudo que lo haga a menos que me den ganas de poner el último clavo del ataúd de cara de cara a lo que será “su gran final”: ‘The Twilight Saga: Breaking Dawn Part 2′. Es decir, me bastó y me sobró con aquel teaser de la primera parte que chacoteramente tanteó el terremoto grado cuatro en la escala de Richter del combate en el ring de cuatro perillas de la pareja luminosa protagónica.
Fuente: SDM
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